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E
ste lugar está pensado para subir todos mis escritos, tonterias y algunos sueños; aquellos regados por otros lugares, mientras algunos nuevos se van colando.



Lashiel

28 jul 2013

Presente Ausente

Escrito el 26 de julio del 2013 después de una meditación y 3 días de silencio. Esto es un ejercicio de limpieza mental. Aunque tal vez solo sean achaques de ingenuidad. Nacido de la idea de adentrarme al laconismo, el resultado evidentemente es fallido, pero me permite observar ciertos aspectos. Creo que callar solo hace que las palabras se guarden en mi pecho. Las emociones atrapadas son nocivas para la salud física y mental. No hay nada malo en ser como Soy.
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     Tantos días han pasado y de la nada las letras se desbordan. Es como si de una botella de champagne salieran de un solo golpe. La referencia es pobre. ¡Tal vez! Pero no importa, lo que me trae entre cables y líneas es solo el mismo tema de siempre; y cuál más sino una mujer.
Los días son extraños desde que me alejé, saben agridulces, pero ahora más dulces que agrios. El olvido no es parte mía aunque quiera, ni tampoco las miles de plegarias a una Diosa que desconozco. Solo es un capricho que no me deja en paz, pero que sabe tan bueno como el primer día. Que es de acaso mencionar del cual jamás me di cuenta. Fue enganchado como suele pasar, jugando a jugar quede atrapado y ahora no puedo escapar.
Pero han salido muchas cosas, buenas, malas y estrafalarias de todo esto. Sonrisas muchas, tristezas varias, y un sinnúmero de cosas que no puedo describir. Aun no estoy donde quiero, pero no hay nada más que un sin fin de ilusiones, muchos caminos esperando por mí. Tan solo a que dé el primer paso.
Soy tan tonto como siempre, iluso e ingenuo, pero un poquitín más perverso. Son mentiras lo aseguro, no hay mas verdades que las que escondo entre mis falsedades; pero que importa si lo que es no es a menos que lo sea sin serlo. No puedo callar, porque el corazón reclama y grita hasta dejar mudo al mundo entero.
Soy lo que soy, lo que aparento, lo que sueño y lo que oculto. Pero sin lugar a dudas soy todo ello y mucho más, más de lo que puedo ver, de lo que puedes Tú. Pero que importa cuando la realidad se desmorona y se crea a cada momento. Solo juego entre mares de arena y oleajes eternos. Castillitos que son inmensas fortalezas, todas ellas creadas para no dejarme pasar, pero que son solo fantasmas que se desvanecen entre mis dedos.
Gracias, mil y un gracias por golpearme con tanta fuerza, pensaba que estaba muerto, pero aun no es así. Así que es momento de gritar entre silencios y sonreír sin que nadie me mire; porque a nadie le importa. ¿O no? No lo sé. Pero es solo una escusa para abrazarte y arrebatarte un beso fugaz.
Solo un momento, el presente, donde las letras caen de a una por montones desvaneciendo la blancura de estas páginas. Solo eso basta para darme cuenta de la belleza de mi sentir, de su valía, de su realidad. Aunque para nadie más, ni siquiera para ti signifiquen gran cosa. Es un qué más da, un solo por esta noche, o tal vez un y sí tal vez.
Bendiciones a todos y a cada uno por jugar a esto llamado vida, entre los rinconcitos tan elevados y profundos donde podemos escondernos y esperar a no ser arrebatados. Pero en el fondo sabemos que llegará, siempre lo hace; para regresarnos a todos al piso firme donde todo reclama su valor.
Suave y gentil es esta mi patria de donde vengo y a donde voy. Cuan hermosos sus destinos, sus personajes y sus guardianes. No hay más que sonrisas cada vez que mis pies juegan a que de puntitas atravesarlo todo sin perturbar. Cosa que jamás consiguen, pero nunca han dejado de intentar. Necios, como solo Yo.
¡Y qué más da! Solo una noche más, solo un rengloncito más, siempre me digo, pero nunca acaba. La vida larga y sutil se desdibuja y aparece de golpe creando las maravillas que de mis ojos son testigos. Milagros revoloteantes de colores que dibujan a su paso las cosas que en sueños encontré.
No hay más que la infinitud de mis posibilidades, la nada y el todo. Porque de ellos están dispuestas las piezas, las cartas y los dados que juegan a ser lanzados, barajeados y escogidos en esta maravillosa tarde de amigos y azares.
Pero no hay nada que la misma fortuna guarde para sí, nada que quiera por cuenta propia dar o arrebatarme,  tan solo oportunidades enfiladas, una detrás de la otra. Y así dan las horas de la madrugada, sonde mis ojos ven lo que se esconde entre claridades, cuando todo se aqueja entre lo cotidiano. Solo en ese momento donde las cosas son cosas y no importa su nombre ni su credo, es cuando me encuentro con todos mis seres, todas mis posibilidades. Suaves, altas, efímeras, salvajes, exóticas, golosas, eróticas, siniestras, apacibles, regordetas, insignificantes, calladas, bastardas; entretejedlas todas y ninguna con el fino hilo que del destino tiñe en carmesí rojizo.
Es la unidad de la totalidad, la imposibilidad de ser lo que soy sin no ser lo que soy. Porque no soy más que mis historias y los recuerdos de los demás. Y en esa pequeña comisura de tus labios puedo entrometerme para contar mi propia historia. Un sueño eterno que se filmo en un solo beso. Tan solo que nunca supo el por qué o para qué. Pero que solo Yo sé donde se aloja y que significa. Y entonces me pregunto; qué es lo que es sin serlo.
No lo sé, siempre es cambiante, siempre lo es, nunca se detiene. Nunca, por más que quiero matarlo a golpes para que calle, para que enmudezca y se deshaga entre mis parpadeos; sigue ahí. Ahí entre las fronteras de la cordura y la demencia. Nadie podrá creerme, pues a nadie le interesa nada, ni ellos mismos. Es entonces donde la nada comienza y se adentra en sus corazones. Pues de la nada salieron y regresan de a poco.
Corro, o lo intento, entre saltitos que siempre recaen en los charcos de lluvias pasadas, de promesas y de ensoñaciones. Sois lo que creo. ¿Verdad? Sé que no es así, pero que es lo que espero. No lo sé. Tan solo abro los brazos y espero a que el Padre venga a susurrarme una vez más mi nombre, el cual hace mucho olvide, pero sigue grabado en algún sitio.
No puedo huir, pues siempre me encuentro a mí mismo. Es ingenuo intentarlo, pero por algún motivo es tan divertido que no dejo de intentarlo. Es entonces que de mis letras salen las recetas que mi corazón guisa entre los momentos de cada día, de cada instante, de cada recuerdo. Una pisca de esto y un poco de aquello, un chingo de esto otro y no olvides un toquecito de ese ingrediente especial, que sin duda siempre le da ese saborcito a casa, a la abuela y su cocina, a su suave regazo.
Es tiempo de jugar y no parar, porque el tiempo de rezar, de temer y de penar hace tiempo que quedo atrás.