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E
ste lugar está pensado para subir todos mis escritos, tonterias y algunos sueños; aquellos regados por otros lugares, mientras algunos nuevos se van colando.



Lashiel

10 mar 2009

Diario de un Ángel Vagabundo

Weno [*0*] Tengo pensado subir el Capítulo I que alguna vez subí a NMT. Aunque esta versión será la revisada y corregida.
Además de subir los Capítulos V y VIII. Aunque será de a poquito y todo mezclado. [m*w*m] ¿O no?
Diario de un Ángel Vagabundo

Prologo

He nacido al fin, he reencarnado nuevamente…un nuevo amanecer se cruza en mi camino. ¿Pero dónde me encuentro? No lo sé. Abrí los ojos y vi el rostro de mi madre, tierna criatura de mirada frágil y dulce resplandor; pero ella no lo es, es solo una más de quienes me han visto nacer. He vivido más vidas que un gato y eso me ha llevado a estar en muchos mundos. Soy un caminante sin rumbo fijo, mi vida es como una cometa a la deriva del viento, solo tengo un deseo… encontrar aquello que los humanos anhelan y dicen conocer, aquello que llaman amor.

 

Tras vagar por tanto tiempo he visto con mis propios ojos a miles de personas que presumen amar o ser amadas, pero ningún amor es igual a otro. Entonces... ¿Cómo haré para encontrarlo? Aunque muchas personas me han amado, ningún sentimiento es igual. Ira, pasión, ternura, deseo, fraternidad… Cada persona le da un tinte diferente a esta palabra, y aun cuando yo no he podido mostrar indicios de ese sentimiento, es de mí el encontrar a quien amar; hallar aquella persona, que pueda compartir lo mismo que yo deseo día a día.

 

Ya no soy una criatura pura, no soy un ángel, un demonio o un  humano… mi existencia es un híbrido que mezcla las bondades y los fracasos de cada uno. Soy tan frágil como un humano, tan puro de sentimientos, tan fuerte, tan orgulloso, tan sádico, tan irreal y tan iluso… ¿Alguien habría imaginado alguna vez mi existir? No lo creo. Es más, estoy seguro que aún Dios se asombra de que algo tan amorfo como yo siga con vida después de tanto tiempo. Acaso será mi deseo de vivir, mi delirio de hallar mi verdad o la euforia de tratar nuevamente una y otra y mil veces más sin demostrar tristeza en mi semblante.

 

Una pregunta me viene a la mente cada vez que te vez al espejo. ¿Qué es lo que vez? ¿Acaso está seguro de ser tu aquel que se refleja sobre el cristal? ¿Estás realmente seguro de qué eres tú? Cada vez que veo un espejo veo un nuevo rostro, una mascara más de este ser, una nueva oportunidad para demostrarle al mundo que mi existir no es una broma, sino una bendición. Esto no es un error, es solo el deseo de un ser por encontrar su verdad, no es fantasía o ficción, es mi verdad…es mi vida.

 

Me gusta volver a la vida sin recordar todo lo que he vivido, para darme ocasión de caminar por un nuevo sendero.  Pero mi Señor se ha cansado y me repite cada vez que no me dará otra oportunidad; que este es mi último bote y que de no encontrar todos los fragmentos de mí corazón, no habrá más sendero por el cual caminar.

 

Tras todo este tiempo aborrezco a los humanos comunes y corrientes, a todos aquellos que no quieren ver las delicias de la vida; aquellos que se conforman con ser esclavos de sus más profundos deseos, que sirven como perros a quien sea por cumplir sus sueños. Sucias criaturas que no maquilan sus destinos, sino que prefieren comprar una vida ya trazada; sus almas se satisfacen con la escoria de la vida y no ven mas haya de sus narices. ¡Ja! Pero… ¿Quién soy yo para juzgar sus actos? Si tras una eternidad no he conseguido alcanzar mis objetivos. Me gustaría poder encausar sus caminos, demostrarles que viven en un error mortal que les carcome el alma…pero me está prohibido. Cada vez que veo como alguien cae, me duele el alma… solo puedo voltear la mirada y esperar que acabe. El haber cambiado el destino de un mortal me costo penar por el inframundo más de una vez, pero... ¿Qué es un instante de dolor, si puedo ver feliz a alguien que me demostró su amor?

 

Esta vez me librare de mis ataduras…me dejare llevar por la corriente, haré lo que hacen los demás; tal vez así pueda probar al fin aquello que los demás llaman amor...


©Lázaro Barajas Juan Pablo (Lashiel) 2004